Investigadores crean una fuente de energía biodegradable para implantes

Investigadores crean una fuente de energía biodegradable para implantes

Investigadores chinos han desarrollado un dispositivo para alimentar implantes médicos biodegradables, como los diseñados para administrar medicamentos. Esta «fuente de alimentación», que también es biodegradable, se puede cargar de forma inalámbrica y, por tanto, sustituye a las baterías para obtener energía continua.

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La investigación en el campo de la electrónica implantable ha avanzado mucho y ahora existen muchos sensores y otros componentes biocompatibles y biodegradables. Sin embargo, uno de los mayores obstáculos es utilizar estos componentes sin introducir baterías que contengan sustancias químicas tóxicas en el cuerpo.

Ya existen sistemas de inducción magnética, pero investigadores de la Universidad de Lanzhou en China han logrado crear una fuente de energía biodegradable para alimentar dispositivos implantados. El sistema es flexible, lo que le permite adaptarse a la forma del cuerpo. Los investigadores lo probaron con éxito en ratones en combinación con un sistema de administración de fármacos. Publicaron sus resultados en la revista. Avance de la ciencia.

Supercondensadores biodegradables

Para poder cargar, la fuente de alimentación contiene supercondensadores híbridos de iones de zinc. No es tan eficiente como una batería, pero permite el almacenamiento de energía a corto plazo. Los cátodos consisten en nanoláminas de disulfuro de molibdeno (MoS).2) y ánodos de lámina de zinc. El implante se carga por inducción magnética mediante una bobina de magnesio. Luego simplemente coloque otra bobina sobre la piel en el sitio del implante para alimentarlo.

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El implante está cubierto con una capa de polímero biocompatible (PLGA) y cera, que protege temporalmente los componentes. El dispositivo funcionó correctamente durante 10 días una vez implantado en ratones y requiere unos dos meses para ser completamente absorbido por el cuerpo. Según los investigadores, las cantidades de zinc y molibdeno liberadas son inferiores a la ingesta diaria recomendada. Los investigadores aún necesitan crear un sistema para apagar el dispositivo, porque actualmente continúa funcionando hasta que se descarga por completo.

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