El silencio de la ciencia – The Hindu Business Line

La intolerancia hacia una visión que puede ser diferente o incómoda está asomando cada vez más peligrosamente también en la ciencia.

El intento de “cancelar” un punto de vista se ha vuelto evidente a nivel internacional durante el Covid-19, y las personas que hacen preguntas reales sobre una vacuna, cualquier vacuna, son etiquetadas como “antivacunas”, incluso si no lo son. Las consultas objetivas (sobre eventos adversos asociados con las vacunas, cambios en los objetivos de los tratamientos médicos o autorizaciones de vacunas, por ejemplo) fueron vistas con sospecha, incluso si las preguntas provenían de miembros de la comunidad científica. Las preguntas lógicas de la gente común, como por qué una vacuna restringida a un segmento de la población en un país se usa ampliamente en otro, han sido recibidas con un silencio férreo. La ciencia tiene suficientes ejemplos de personas que han sido condenadas al ostracismo o silenciadas debido a su punto de vista diferente al de las masas. La medicina tradicional, por ejemplo, ha sido objeto de burlas y acusaciones de brujería durante mucho tiempo por parte de varios organismos internacionales y locales que dicen ser científicos. Pero olvidan que la mente científica debe estar abierta a múltiples influencias y perspectivas. Lo haya dicho Albert Einstein o no, de hecho, no se puede juzgar a un pez por cómo trepa a un árbol.

Esta vez el zapato está en el otro pie. La cuenta del médico, que fue franco e incluso duro en su evaluación de las medicinas tradicionales, también fue bloqueada en X (antes Twitter), después de que una empresa con sede en Bengaluru buscara un recurso legal. Sin entrar en detalles del caso (el médico encontró el apoyo de muchos sectores, incluidos aquellos que no estaban de acuerdo con sus puntos de vista), no debería haber «santos griales» en la ciencia. Deben hacerse preguntas sobre la medicina tradicional y las medicinas modernas. Una sociedad madura defiende el derecho del individuo a tener una opinión, incluso si entra en conflicto con la opinión popular. Así debería ser, y más aún en la ciencia.