Buenos Aires asfixiada por un interminable verano abrasador

Horarios de limpieza que cierran, niños abrigados, apagones en los barrios, récords de temperatura cayendo uno tras otro: Argentina, y en especial su capital, se asfixia en un verano interminable, el más caluroso de su historia.

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Argentina vive su novena ola de calor esta primavera-verano austral desde principios de noviembre.
Foto: AFP/VNA/CVN

Alerta roja de las autoridades sanitarias sobre un tercio del país el pasado fin de semana y una semana sin parar en el área de Buenos Aires, donde el termómetro marcaba este jueves 34 grados: Argentina se enfrenta a la novena ola de calor de esta primavera -el verano austral de al menos principios de noviembre.

La ola anterior en febrero vio caer los récords, sellando el verano más caluroso para Buenos Aires desde que comenzaron los registros (1906), con un promedio diario de 25,6 grados (incluida la noche). A nivel nacional, es el verano más caluroso desde 1961, y las estadísticas continúan reescribiéndose para marzo: 38 grados el 3 de marzo, según el Servicio Meteorológico Nacional (NMS).

En la capital, muy vegetal, sobre todo desde las grandes obras de paisajismo de principios del siglo XX.mi siglo, marzo es generalmente un mes agradable, de calor suave, tardes suaves. Pero este año los mínimos no bajan, y los viejos hurgan en sus recuerdos.

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Muchas clases fueron suspendidas en la provincia de Buenos Aires por la falta de equipos de aire acondicionado. Y en muchas áreas de la conurbación, los apagones, que no son raros en el verano, se están produciendo debido a la gran demanda de la red, como los 200.000 hogares sin electricidad el 10 de febrero, un día particularmente caluroso.

«Una ola de calor es parte de la variabilidad climática normal. Pero con el cambio climático, se ven olas más persistentes e intensas en todas partes. Y en Argentina también aparecen en la Patagonia“, explica Enzo Campetella, meteorólogo independiente. El 9 de febrero el mercurio alcanzó los 42 grados en la Patagonia.

De hecho, la ola de calor no solo es anormal para un mes de marzo, sino también por «su duración, siete días en Buenos Airesen lugar de tres en promedio, señala Cindy Fernández, meteoróloga del SMN. Es difícil para todos ellos atribuir todo al cambio climático, señala. El escenario climático actual del país también se debe al fenómeno de La Niña, que ha provocado tres veces. años de severa sequía, con grandes pérdidas previstas en el tríptico soja-trigo-maíz, del que tanto depende la agroexportadora Argentina.

La Niña está llegando a su fin y «debería debilitarse y luego desaparecer con el otoño austral, sin embargo, la atmósfera tarda en reaccionar«, señala Cindy Fernández. Según SMN, las temperaturas de otoño podrían seguir superando los promedios en un 40% a 55%. De hecho, la próxima semana debería haber una nueva ola, advierte el meteorólogo.

APS/VNA/CVN

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